uno de los proyectos cerveceros más sólidos en España, basada en la pequeña localidad de Yunquera de Henares, comenzó hace cinco años gracias el impulso de los hermanos León y de José Ángel Santiago, maestro cervecero de Arriaca y que, en su momento, fue la espita que prendió la llama de una afición que se convirtió en pasión y poco a poco en una profesión que ha llevado a Arriaca, nombre que viene de un antiguo topónimo carpetano de la Hispania preromana, a ser banderín de enganche de un sector que pelea con éxito contra los gigantes con forma de molino que son las cerveceras industriales.